Hace poco encontré la siguiente imagen en Internet de Grant Snider. Pero tiene dos elementos muy interesantes: La pequeña y muy ilustrativa historia, y su modo tan peculiar de contarla con frases en latín para referirse a situaciones del día a día. Recopilé para ustedes el significado de cada una de ellas. ¡Gaudeamus, sodales, igitur!
Latín: Cogito ergo sum – Pienso, luego existo
La locución latina «
cogito ergo sum», que en español se traduce frecuentemente como «Pienso luego existo», siendo más precisa la traducción literal del latín «pienso, por lo tanto soy», es un planteamiento filosófico de
René Descartes, el cual se convirtió en el elemento fundamental del racionalismo occidental. «Cogito ergo sum» es una traducción del planteamiento original de Descartes en francés:
«Je pense, donc je suis», encontrado en su famoso Discurso del método (1637).
Latín: Memento mori – Recuerda que morirás
Memento mori es una frase proveniente del latín que significa «Recuerda que morirás», en el sentido de que debes recordar tu mortalidad como ser humano. Suele usarse para identificar un tema frecuente, o tópico, en el arte y la literatura que trata de la fugacidad de la vida. La frase tiene su origen en una peculiar costumbre de la Antigua Roma, que quizás tenga origen sabino. Cuando un general desfilaba victorioso por las calles de Roma, tras él un siervo se encargaba de recordarle las limitaciones de la naturaleza humana, con el fin de impedir que incurriese en la soberbia y pretendiese, a la manera de un dios omnipotente, usar su poder ignorando las limitaciones impuestas por la ley y la costumbre.
Latín: Persona non grata – Una persona no grata
Persona non grata (del latín persōna nōn grāta; plural: persōnæ nōn grātæ), significa literalmente «una persona no grata» como sinónimo de persona no bienvenida. Es un término utilizado en diplomacia con un significado legal específico.
Latín: Argumentun ad hominem – Contra el hombre
En lógica se conoce como argumentun ad hominem (del latín, ‘contra el hombre’) a un tipo de falacia (argumento que, por su forma o contenido, no está capacitado para sostener una tesis) que consiste en dar por sentada la falsedad de una afirmación tomando como argumento quién es el emisor de ésta. Para utilizar esta falacia se intenta desacreditar a la persona que defiende una postura señalando una característica o creencia impopular de esa persona.
Latin: Carpe Diem – Cosecha el día
Carpe diem es una expresión de raíces latinas que fue concebida por el poeta romano Horacio. Su traducción literal otorga relevancia a la frase “cosecha el día”, cuyo contenido intenta alentar el aprovechamiento del tiempo para no malgastar ningún segundo. La frase completa popularizada por Horacio, aseguran los historiadores, fue “carpe diem quam minimum credula postero”, que en español puede entenderse como el siguiente consejo: “aprovecha cada día, no te fíes del mañana”.
Latín: E pluribus unum – De muchos, uno
E pluribus unum se traduce del latín al inglés de la siguiente manera: «e» significa «desde» o «fuera de»; «Pluribus» es el plural ablativo del latín para «más»; y «unum» significa «uno». Por lo tanto, «E pluribus unum» simplemente significa «de muchos, uno» o «de muchos, uno». Esta frase en latín fue una vez el lema de los Estados Unidos y se puede encontrar en el sello oficial de los Estados Unidos, entre otros lugares.
Ad astra per aspera es un proverbio o refrán latín que significa “a las estrellas por el camino más dificil”. Tiene muchas otras traducciones pero todas se asemejan, “a las estrellas a través de las dificultades”, “a través de lo dificil a las estrellas”, etc. “Ad astra per aspera” fue el lema elegido por la NASA para las misiones Apolo a la Luna; una variante, “Per ardua ad astra” es lema de la Royal Air Force británica. Durante la Segunda Guerra Mundial fue utilizado por los presos de los campos de concentración alemanes.
Latín: Deus ex machina – Un Dios desde una máquina
La expresión latina deus ex machina significa ‘un dios desde una máquina’, aunque podríamos traducirla como ‘un dios que baja en grúa’. Esta era la solución que aplicaban los dramaturgos griegos y romanos cuando el argumento de una obra se complicaba y no sabían cómo terminar: se sacaba a escena a un dios que descendía desde las alturas con una polea y ponía a todo el mundo en su sitio. Esta expresión se sigue utilizando en nuestros días con este mismo significado en el vocabulario literario y cinematográfico. El dios no tiene que ser una divinidad necesariamente. Puede ser un acontecimiento fortuito o un personaje que aparece repentinamente. El caso es que permita al autor salir de un atolladero en el que se ha metido él y en el que ha metido a sus personajes.
Ahora que lo tienes (aunque todas estas expresiones son comunes), no te dejes impresionar. Ceterisque sodalibus salutem plurimam!
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