Menú Cerrar

Los casos más extremos para representar el arte

El arte es una forma de expresión humana que busca transmitir emociones, ideas, mensajes y experiencias. El arte puede adoptar diversas formas, como la pintura, la escultura, la música, la literatura, el cine, el teatro, la danza y muchas más. Sin embargo, algunos artistas han llevado el arte al límite, creando obras que desafían las normas, los tabúes, los límites y hasta el sentido común. Estas obras son consideradas como casos extremos para representar el arte, y generan reacciones de admiración, asombro, rechazo, polémica o controversia.

En este artículo, te presentamos algunos de los casos más extremos para representar el arte, que te harán cuestionarte qué es el arte, qué es el arte para ti, y hasta dónde se puede llegar con el arte.

El performance de Marina Abramovic y Ulay

Marina Abramovic y Ulay fueron una pareja de artistas que se dedicaron al performance, una forma de arte que consiste en realizar acciones en vivo, frente a un público o una cámara, que implican el uso del cuerpo, el espacio, el tiempo y la interacción. Entre 1976 y 1988, Marina y Ulay realizaron varios performances que exploraban temas como la identidad, la relación, el amor, el dolor, la energía y la muerte.

Uno de sus performances más extremos fue The Lovers, que realizaron en 1988, para marcar el final de su relación. La obra consistió en caminar cada uno desde un extremo de la Gran Muralla China, hasta encontrarse en el medio, abrazarse y separarse para siempre. El performance duró 90 días, y recorrieron más de 2000 kilómetros cada uno. La obra fue un acto de despedida, de sacrificio y de transformación.

El arte sangriento de Hermann Nitsch

Hermann Nitsch es un artista austríaco que se ha dedicado al arte sangriento, una forma de arte que utiliza la sangre, la carne, los órganos y los cadáveres de animales, como elementos estéticos y simbólicos. Su obra más conocida es el Teatro de los Orgías y Misterios, que consiste en una serie de rituales que recrean escenas de violencia, sacrificio, crucifixión, resurrección y éxtasis.

Uno de sus rituales más extremos fue el que realizó en 1998, en el Castillo de Prinzendorf, en Austria. El ritual duró seis días, y contó con la participación de más de 100 personas, entre actores, músicos, asistentes y espectadores. El ritual incluyó el sacrificio de 12 toros, 8 corderos y 2 cerdos, cuya sangre y vísceras se usaron para bañar, untar y cubrir a los actores, que vestían túnicas blancas. El ritual fue una experiencia sensorial, emocional y espiritual, que buscaba provocar una catarsis colectiva.

El arte corporal de Orlan

Orlan es una artista francesa que se ha dedicado al arte corporal, una forma de arte que utiliza el propio cuerpo como material, soporte y medio de expresión. Su obra más conocida es el Proyecto de Reencarnación, que consiste en una serie de operaciones quirúrgicas que se ha realizado desde 1990, para modificar su rostro y su cuerpo, según los cánones de belleza de diferentes culturas y épocas.

Una de sus operaciones más extremas fue la que se realizó en 1993, en el Hospital Paul Brousse, en París. La operación consistió en implantarse dos prótesis en la frente, para crear una apariencia de cuernos. La operación fue transmitida en vivo por televisión y por internet, y contó con la presencia de un equipo médico, un equipo artístico, un equipo jurídico y un público invitado. La operación fue un acto de rebeldía, de crítica y de reivindicación, contra los estereotipos, las imposiciones y las discriminaciones que sufren las mujeres.

El arte conceptual de Piero Manzoni

Piero Manzoni fue un artista italiano que se dedicó al arte conceptual, una forma de arte que se basa en la idea, el concepto y el significado de la obra, más que en su forma, su técnica y su material. Su obra más conocida es la Merda d’artista, que consiste en una serie de 90 latas de metal, que contienen cada una 30 gramos de sus propios excrementos. Las latas están selladas, etiquetadas y numeradas, y tienen un precio equivalente al de su peso en oro.

Una de sus latas más extremas fue la que vendió en 2007, en una subasta en Sotheby’s, en Londres. La lata se vendió por 124 mil libras esterlinas, lo que equivale a más de 2 millones de pesos mexicanos. La obra fue un acto de provocación, de ironía y de reflexión, sobre el valor, el mercado y el sentido del arte.

Para saber más: