La primera vez que vi el trailer de la película Los Lobos, me intrigó de cierta manera el que se haya utilizado el tema «Cornerstone«, de Benjamin Clementine. Ésta trata esencialmente sobre el retrato del artista sobre un espacio seguro para él, que lo protege del mundo, aunque implica aceptar cierta soledad. Pero en realidad, al final lo acepta como su hogar, lo defiende y lo toma como suyo. A profundidad puede explorarse en muchas otras metáforas, pero también funciona demasiado bien para empatar muchas de las situaciones de nuestras hermanas y hermanos migrantes. Se arriesgan y saltan al vacío, al otro lado de la frontera, para encontrar un mejor futuro para sí mismos y la gente que aman.
Los Lobos, del director tapatío Samuel Kishi, nos envuelve en una realidad migrante, desde una perspectiva poco usual de las historias del éxodo a nuestro vecino del norte: a través de los ojos de Max y Leo, de 8 y 5 años. Junto a su madre llegaron desde México a Albuquerque buscando una vida mejor. Precariamente instalados, tienen que aguardar día tras día a que su madre llegue de su jornada laboral, descubriendo poco a poco indicios del mundo exterior a su limitado hogar. Se dan cuenta de que existe, más allá de su confinamiento, la posibilidad de encontrar tanto personas que les apoyan como quienes pueden causar dificultades, y experimentar tanto ilusiones y buenos ratos como angustias y preocupaciones en el mundo real. La esperanza de estos dos niños de visitar Disneylandia, como su madre les prometió, les da la fuerza para cuidarse mutuamente mientras ella se ausenta.
En definitiva uno de los tantos puntos fuertes del filme nos lo ofrecen sus tres actores principales. Martha Reyes nos entrega una actuación por demás entera, siendo el evidente resultado de un proceso actoral profesional. Junto a los otros dos protagonistas, Maximilano y Leonardo Nájar, nos conmueve y nos invita a imaginar la química entre ella y estas dos jóvenes promesas actorales. Es obligado identificarse en mayor o medida con los personajes y sus situaciones, puesto que cada uno nos recuerda un pedacito de nuestra propia historia.
A opinión de este humilde redactor, la narrativa del director en Los Lobos es de un trazo fino pero contundente. Pequeños gestos y acciones en la trama nos llevan a una interpretación eficiente, sin que nada falte o sobre en la película. Cada escena trabaja por sí misma, y en conjunto nos ofrece una obra que difícilmente puede ser ignorada en el cine mexicano.
En la película Los Lobos esto no es un crédito infundado. El director Samuel Kishi nos ofrece en realidad cine de competencia internacional, y nos recuerda a todos los tapatíos que en Guadalajara hay talento de sobra. Los Lobos se estrena en cines comerciales este próximo 10 de junio de 2021, (con una función especial el día 08). En la Cineteca FICG ya pueden adquirir sus boletos.
Adquiere tus boletos en: http://www.cinetecaficg.com/movie/349
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